AÑOS 50
Los primeros años de la posguerra devolvió a la mujer al hogar, a las tareas de la casa y a volver a pensar en sí misma. Luego de años de angustia, preocupaciones, mucho trabajo y penurias, la mujer pudo vivir en la tranquilidad de su hogar, darse pequeños gustos y ser coqueta. Corrían los años 50, el mundo dejaba una etapa atrás y la moda también lo reflejó.

Desde entonces, la mujer volvio a preocuparse por su belleza, por su estética y su vestir. Debía ser una excelente ama de casa, esposa, mamá y mujer. Todo ello debía quedar reflejado en su cuidado y prolijo aspecto. Es por esto que la moda de los años 50 se destaca por la vuelta del esplendor. Atrás queda el estilo austero y simple de los años de guerra.
Vestidos ceñidos a la cintura, sujetadores armados, faldas por debajo de la rodilla. La mujer quiere volver a ser sensual, quiere dejar en manifiesto sus curvas, pero sin ser muy provocativa. Ante todo está el recato y el buen gusto, así es la esposa ideal, angelical.
La mujer debía ir siempre correctamente maquillada, y comenzaron a valorizarse mucho el uso de accesorios: guantes, tocados, los bolsos eran el complemento
En los primeros años del siglo XX desapareció el corsé y volvió la silueta natural de la mujer pudiendo mostrar sus piernas.
En los años 30 la modista francesa Coco Chanel reinventó una prenda que hasta entonces había sido exclusiva de los caballeros, los pantalones.
Línea del tiempo en la moda
Parece mentira que cuando ves en los álbumes las fotos de 10 años atrás… te ríes de cómo ibas vestida, del pelo, de los zapatos… pero ese estilo era el que se llevaba.
Pero si hacemos un recorrido sobre la historia fijándonos en la moda, vemos aún más esas diferencias.
En los años 30 la modista francesa Coco Chanel reinventó una prenda que hasta entonces había sido exclusiva de los caballeros, los pantalones.
Los años 1810 hasta 1910 fueron tiempos de ostentación, riqueza y extravagancia, a este periodo se le llamo “Belle Époque”. En la moda fue evidente este periodo, los vestidos almidonados y con enagua de crinolina eran los más comunes. Al ser muy pesado, los modistos inventaron algo más cómodo pero siempre dentro del canon de la mujer pomposa, como una muñeca de porcelana.
A principios de 1900 se formo el ideal de la “Chica Gibson”, que era un personaje de caricatura que representaba el ideal femenino para aquel entonces y que se convirtió en todo un modelo a seguir en la vida. Su creador era un hombre, y atribuía a esta belleza los valores y costumbres que los caballeros consideraban adecuadas para una dama. Éstas debían ser de pecho erguido, caderas anchas y nalgas sobresalientes, además de sumisas y obedientes.